El aprendizaje de idiomas a nivel corporativo ha evolucionado mucho, y la formación e-learning ha cobrado mucha importancia debido a la comodidad que tiene poder aprender desde cualquier lugar. No obstante, muchas empresas que instauran formación en inglés a sus empleados, fracasan en el intento por no analizar correctamente las necesidades de la empresa y de sus trabajadores.
Por eso, es importante contar con las herramientas adecuadas para hacer un plan de formación viable y con buenos resultados. Si no dispones de las herramientas necesarias para medir el progreso de los trabajadores, tienes un gran volumen de trabajo o no estás seguro de cómo hacerlo, desde Capman podemos ayudarte. Disponemos de las herramientas de evaluación de idiomas más eficaces, objetivas y con mayor información en los resultados: TOEIC y 360ºLPT. Además nuestro servicio de consultoría está especializado en asesorar a empresas para conseguir sus objetivos lingüísticos, de una manera práctica y al alcance de cualquier tamaño de empresa, que no implique abarcar proyectos inmensos ni planes de estudio poco acertados.
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Y es que cada empresa es un mundo, y por lo tanto, lo que en una empresa funciona, en otra puede ser un fracaso.
Este tema lo trataron los directivos de Henkel, Copisa, Essity, Desigual, GM Food Iberia y Lecta en “Desayunos y talentos” patrocinado por Astex.
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Cada asistente habló del tipo de formación que se ofrece en su empresa y a qué empleados va dirigido. Hemos recopilado algunos de sus testimonios, ya que reflejan muy bien cómo cada empresa necesita un plan personalizado para que la formación en inglés de los trabajadores sea un éxito, y las distintas formas de motivación de los trabajadores.
- Ana Truan, responsable de Formación de Desigual:
En el caso de Desigual los programas de formación en idiomas son “totalmente virtuales”, ya que consideran que es la mejor opción para que los empleados “puedan combinarlos con su vida laboral y personal por la flexibilidad que conllevan, además del ahorro de costes para la empresa”.
En su compañía, caracterizada por una amplia presencia de Millenials, se ofrece esta formación “a colectivos críticos y, sobre todo, enfocada a programas que implican movilidad geográfica”. En general, son planes con objetivos muy concretos de obtención de niveles de certificación en el conocimiento del idioma, con packs de horas para que el empleado vaya avanzando mediante pequeños retos a alcanzar. Truan asegura que lo habitual es que “la persona sea consciente de que se le ofrece una oportunidad de mejorar en su puesto y su propia empleabilidad, por lo que está muy motivada”.
- Cecilia Morillo, HR manager PS Valls, Group Functions de Essity,
explica que han tenido en cuenta esta flexibilidad para transformar su programa de formación en idiomas, que ha pasado de las clases presenciales a las virtuales. Porque se adapta “mucho mejor a las necesidades de los colectivos implicados”, aunque no han abandonado totalmente las clases presenciales, ya que “una vez al año se realiza un curso intensivo para managers o altos directivos”. En su opinión, es muy importante “dejar claros desde el principio los objetivos a alcanzar y conseguir la complicidad de los managers para que los empleados mantengan su compromiso con la formación”.
- Cristina Jiménez, la responsable de Learning de Torras Papel, del Grupo Lecta
explica que en su compañía, empleados y compañía firman “un acuerdo que recoge su voluntad de completar el curso y que engloba unos requisitos mínimos de asistencia”. En caso de no cumplirse, la empresa cobra al empleado absentista una parte de lo que ha invertido en el curso.
- Lori Hernández, directora de Selección y Desarrollo de GM Food Ibérica,
en su organización segmentan entre “los colectivos que realmente necesitan el idioma en su día a día, para los que se buscan soluciones a la medida que optimicen el aprovechamiento de la formación, y el resto de la plantilla que pueda estar interesada”. A estos últimos también se les da la oportunidad de entrar en programas de formación en idiomas, pero “condicionados a demostrar su aprovechamiento”.
El caso de Henkel que explicó Lourdes Abrisqueta, responsable de Learning es un ejemplo de la evolución que la formación en idiomas ha tenido en los últimos años, tal como expuso “la modalidad de clases telefónicas individuales ha evolucionado favorablemente en su aceptación, ya que inicialmente despertaba más reticencias y poco a poco los profesionales han ido cambiando su opinión y mostrándose encantados”.
En definitiva, una mayor inversión no es sinónimo de un mejor resultado, ya que en los idiomas, lo realmente importante es disponer del enfoque adecuado a las necesidades y objetivos de la empresa.
Pero… si es tan importante el enfoque para la formación, ¿por qué no inviertes primero en conocer sobre seguro qué enfoque necesita tu empresa?
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