Pequeñas y grandes empresas de todos los sectores necesitan conocer detalladamente el perfil de sus candidatos a la hora de escoger su futura plantilla de trabajo. Este proceso a menudo implica un gran volumen de trabajo para el departamento de Recursos Humanos, y en ocasiones falta de tiempo y herramientas para determinar si su elección ha sido la correcta.
En materia de idiomas, existen herramientas rápidas, eficaces y fiables que permiten reducir la carga de trabajo y agilizar el proceso, seleccionando a aquellos candidatos que poseen el nivel de inglés requerido por la empresa.
Una de esas herramientas es TOEIC, una prueba de evaluación que sitúa al candidato en su nivel de inglés y ofrece a la compañía un informe exhaustivo y detallado con toda la información relevante para la correcta elección del candidato.
A continuación te contamos un caso de éxito real, en el que TOEIC se utilizó en una compañía del sector aeronáutico como parte de sus procesos de selección, y con el objetivo de solucionar y optimizar 2 problemas que venían enfrentando:
- Insuficiente número de personas en el departamento de RRHH, para una plantilla de miles de trabajadores de la compañía.
- Procesos de selección, con exigencias de perfiles cada vez más específicos, lo que generaba tensiones en el departamento, por el recorte de presupuestos.
Una vez nos reunimos con la empresa, se realizó una auditoría por parte de nuestro personal, trabajando conjuntamente con el área de RRHH de la compañía, tras la cual se decidió incorporar la herramienta de evaluación TOEIC. La realidad de un mundo global y la necesidad de comunicarse con cualquier proveedor y cliente, reclamaban la urgencia de incorporar un sistema de medición profesional del inglés en la fase inicial del proceso de selección, que facilitara decisiones posteriores.
Solución de Capman
La solución se basó en establecer un criterio de resultado TOEIC, como condición imprescindible para acceder a los puestos vacantes. Esa puntuación, se estudió y declaró como la más idónea para las necesidades de comunicación de dicha empresa: qué tareas desarrollaban en inglés, con qué países establecían contacto, frecuencia de uso de inglés en cada puesto, etc. Se decidió establecer el criterio de 750 puntos TOEIC, que equivalen a un nivel B1 alto, del Marco de Referencia Común para las Lenguas (MCER).
Resultado
El resultado fue muy positivo: la prueba TOEIC se aplicó de manera rápida y ágil en los procedimientos de la empresa, pudiendo realizarse de forma escalada en distintos procesos de selección. Gracias a esta intervención, se estableció un criterio inicial de selección, con todos los candidatos que superaron la puntuación mínima establecida y RRHH pasó a concentrarse en aquellos candidatos que superaban el nivel solicitado, solucionando la falta de tiempo para analizar más de 800 currículums que se reciben por cada oferta, de media.
Además, se aumentó la trasparencia y objetividad en los criterios de selección de la prueba lingüística, eliminando la presión que el dpto. y técnicos de RRHH tenían, al disponer de tan sólo 15-30 min de conversación para decidir su capacitación en inglés.
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